En la Costa Caribe, sobre todo en Atlántico, se usa para decir que estás mamado, o sea, reventado de cansancio o ya hasta la coronilla de algo. Puede ser físico, mental o puro fastidio. No es fino, pero es súper común en la calle y suena bien costeño cuando lo sueltas con ganas.
"Ñero, estoy mamao: llevo tres horas con ese taller, el profe habla y yo como si oyera chino. Mejor vamos por una fría y mañana veo si me da la vida."
En Bolívar se dice estar mamao cuando alguien está cansado, aburrido o harto de una situación, de una persona o de un problema que ya se volvió insoportable. Es como decir que ya no aguanta ni un poquito más y que está a nada de explotar o mandar todo al carajo. Suena fuerte, pero también tiene su toque gracioso y muy costeño.
"Hermano, llevo tres horas haciendo fila en el banco y todavía falta la mitad, ya estoy mamao de este mierdero, mejor me voy pa' la casa a dormir la siesta."
En la Costa Caribe se dice estar mamao cuando estás reventado, cansado hasta la coronilla, ya sea físicamente o mentalmente. Es ese punto en el que no quieres saber de nadie ni de nada y solo piensas en tirarte a descansar. Suena fuerte pero tiene su sabrosura costeña, y la verdad es que describe perfecto ese nivel de fatiga.
"Hermano, después de aguantar ese solazo en el mercado y cargar todas esas bolsas, estoy mamao, voy a tirarme en la hamaca con un jugo bien frío y que el mundo se arregle solo."