Se usa para decir que alguien está súper despistado, empanado total o que va muy a su bola y no se entera de nada de lo que pasa alrededor. La imagen es la de los chorizos colgando en la matanza, quietos, en su mundo. Y hay que admitir que la comparación es bastante gloriosa.
"Le estaban tirando fichas en el bar y el tío ni se enteraba, estaba más colgado que un chorizo en la matanza mirando el techo como si viera ovnis."