Se usa para decir que alguien está súper tenso, serio o duro de carácter, como si no pudiera aflojar ni un músculo. Puede ser por nervios, bronca o pura amargura, pero la idea es que está cero relajado. Es una forma graciosa de bardear a la gente que parece estatua y no se suelta ni aunque le cuenten el mejor chiste del mundo.
"Che, el Nico desde que lo ascendieron está más rígido que un cactus, ni en el asado del finde se afloja un poquito el amargo."