En Nariño se usa para decir que alguien está sin un peso, más limpio que bolsillo de payaso. Es cuando revisas hasta el último pantalón viejo esperando encontrar una moneda salvadora y nada. Es una forma muy cotidiana de admitir que la quincena voló y que toca apretarse el cinturón, aunque a veces da hasta risa.
"Parce, ni sueñe con ir a la rumba, estoy tan pelado que me tocó fiar hasta el bus y almorzar solo pan con gaseosa."