Se dice cuando alguien está loquísimo o descolocado, ya sea por la fiesta, el cansancio o porque le ha dado el punto. Es como decir que se le ha ido la olla, pero con sabor andaluz y un toque de cachondeo. No es para diagnosticar nada, es pura exageración de barra de bar.
"Anoche se tomó dos rebujitos y tres palmas, y acabó to' loco del taco, cantando por Camarón y pidiendo otra ronda."