Se usa cuando estás reventado de cansancio, como si te hubieran exprimido todo el jugo y solo quedara la ciruela arrugada. Es ese nivel de fatiga en el que ya no quieres ni hablar, solo tirarte en la cama y desaparecer un rato. Y la verdad, la imagen de la ciruela hecha polvo tiene su gracia.
"Ñaño, después de subir ese cerro con solazo y sin agua, estoy hecho ciruela, ni para bajar a la tienda por una cola me da el cuerpo."