Apodo para el que se cree finísimo y va de elegante, como si fuera de alta alcurnia, pero en realidad está más posando que otra cosa. Se usa para pincharle el globo al que aparenta clase a punta de pinta y actitud. No es el insulto más pesado, pero sí deja clarito el vacile.
"Mira al finocho de Luis, llegó a la playa con zapatos y camisa planchada, y uno aquí en chancletas con la pola en la mano."