En Entre Ríos se usa para hablar de un pibe chico o adolescente, medio travieso, que anda siempre en la calle haciendo quilombo con los amigos. No es insulto fuerte, es más bien cariñoso, aunque a veces va con un toque de reto cuando el guachín ya se pasó de rosca. Suena muy de barrio y tiene mucha onda.
"Che, ¿viste al guachín del vecino? Son las diez de la noche y sigue pateando la pelota en la vereda como si fuera la final del Mundial."