Se dice cuando alguien se manda un chiste malísimo o intenta hacerse el gracioso y le sale un papelón. Es como decir que está haciendo humor de cuarta, sin timing y sin remate, y encima insiste. En Uruguay suena bien de barrio, medio en cargada, para bajarle los humos al payaso del grupo.
"Dale, Mateo, no seas nabo. Tiraste ese chiste y quedó un silencio mortal. Si vas a hacer como el Chueco, mejor callate y dejá de pasar vergüenza."