Expresión usada para referirse a hacer un recado o una tarea doméstica, pero con un toque dramático, como si fuera una gran aventura.
"¡No te lo vas a creer! Hoy me tocó hacer el mandado y parecía que iba a conquistar un nuevo mundo."
En Boyacá se usa para hablar de ir a hacer un encargo, casi siempre algo medio cansón como ir a la tienda, pagar un recibo o llevar un mensaje. Suele ser la mamá o la abuela mandando, y uno va todo resignado. Es de esas expresiones muy de pueblo que huelen a mercado, ruana y regaño cariñoso.
"Mijo, deje de estar pegado al celular y vaya a hacer el mandado, que donde su papá llegue y vea eso nos arma la tremenda cantaleta."