Se usa cuando un lugar o algo tiene un olor bien feo, como a pies sudados después de todo el día en chinga. Es la forma coloquial de decir que apesta gacho, casi siempre en cuartos cerrados, camiones o lugares donde alguien se quitó los tenis. Es medio asquerosa, pero hay que admitir que la expresión tiene su gracia.
"No manches, compa, abre la ventana porque este cuarto huele a patas bien gacho, parece que dejaron encerrados unos tenis después de la reta."