En Chaco ir de turno es salir de joda fuerte, de esas noches largas que arrancan tranqui y terminan cuando ya están poniendo las sillas arriba de las mesas. No es una birrita y a dormir, es salir con la idea de no mirar el reloj. Y hay que admitir que cuando sale buen turno, se recuerda toda la vida.
"Che loco, el viernes cobramos, ¿vamos de turno o se quedan de amargo en casa mirando la novela con la abuela?"