Interjección navarra para soltar cuando algo te deja loco: sorpresa, perplejidad, cabreo suave o un no me lo creo de manual. Es de esas palabras comodín que te salen sin pensar, como un ay. Y sí, tiene gracia que suene a las jotas de toda la vida, pero aquí es más bien un grito de reacción.
"Miro el ticket del bar y me sale del alma: ¡Jotas! ¿Pero qué he hecho, invitar a media Pamplona o qué?"