Esta expresión se usa en Caldas cuando alguien se mete en una situación muy arriesgada, casi como tirar los dados y que sea lo que Dios quiera. Es como decir que te la juegas a todo o nada, confiando más en la suerte que en el plan. Y hay que admitir que a veces esa locura tiene su encanto.
"Parce, me voy a jugar una ruleta hoy, renuncio al trabajo sin tener otro y confío en que algo bien bacano caiga del cielo."