Se dice cuando alguien suelta una promesa o una historia tan exagerada que no se la cree ni su abuela. Es como jurar con extra, con “jampa” encima, o sea, meterle más cuento del necesario. Sirve para bajarle el humo a quien está chamullando y dejar claro que te suena a floro.
"No me vengas a jurar jampa, pe. Ayer decías que subías el Huascarán en una tarde y hoy ni la combi alcanzaste, causa."