En Áncash se le dice así al chibolo que vive figureteando y haciendo show para que lo miren, aunque quede medio payaso. Va de intenso, se mete en todo y hasta se humilla con tal de caer bien o ganarse aplausos. Es como el que anda lamiendo botas, pero versión juvenil y bien de barrio.
"Ese Luis es un lamer de llokalla, en el tono se subió a cantar, a bailar y hasta a hablar quechua con tal de que todos lo miren."