En Arequipa se usa para decir que alguien consiguió algo difícil o medio imposible, casi a punta de viveza y terquedad. Es como cuando te metes donde nadie pensó que ibas a llegar y encima sales ganando. Suena a misión imposible cumplida, y la verdad es que tiene su gracia cuando lo cuentas después.
"Pensé que no iba a entrar nadie a ese tono exclusivo, pero el Chato logró el loro, se metió con su cara de palo y terminó chupando gratis toda la noche"