Dicho bien nariñense para responder con sarcasmo cuando algo no va a pasar ni por casualidad. Es el equivalente a un sí, claro, pero con la ceja levantada y cero intención de cumplir. Se usa para cortar promesas flojas, planes que dan pereza o excusas mal armadas. Y suena tan serio que da risa.
"—¿Hoy sí vas a madrugar y llegar temprano? —Sí, sí, luego va, déjeme dormir otro ratico."