Se dice cuando alguien se levanta tempranísimo, pero en plan exagerado, como si tuviera una misión secreta antes de que amanezca. Es una forma bien tacneña de remarcar que el otro madruga a lo bestia y con una energía que da hasta rabia. Ideal para vacilar al que ya está activo cuando tú sigues zombie.
"Oe, Juan madruga como cancha, causa. A las cinco ya está barriendo la vereda y calentando el pan, y yo recién estoy buscando mi alma en la almohada."