Se dice cuando andas en el rollo de los mandados y, en vez de resolver, te la pasas dando vueltas, distrayéndote y dejando todo para después. Es como procrastinar, pero versión callejera y con pretexto de que ibas a hacer algo. Muy de cuando sales por una cosa y regresas con cero.
"Iba por las tortillas y el refresco, pero me dio el mandameo: me quedé platicando en la tienda y regresé con las manos vacías."