En Boyacá decir que alguien es una maza es decir que está bien forrado de músculo, fuerte, macizo y con pinta de campesino que levanta costales desde chiquito. No es solo gimnasio, es fuerza de trabajo duro, de finca y madrugadas. Suena cariñoso y admirado, y la verdad es que da hasta envidia sana.
"Vea a ese Juancho, qué maza tan brava, cargó los bultos de papa, el marrano y hasta la suegra y todavía le quedaron ganas de irse a jugar tejo."