Así le dicen en Mendoza a la merienda cuando se va de tema y se convierte en juntada épica. Arranca tranqui con mate, té o cafecito y algo dulce, y de golpe ya hay picada, risas y una botellita de vino dando vueltas. Es la típica que decís una horita y volvés de noche. Tu hígado, juez.
"Che, traé facturas o algo dulce para la meriendola. Caemos a las cinco con mate y a las ocho ya estamos armando picada y abriendo un vinito, como si nada."