En Cuba se dice cuando alguien se pone a soltar un discurso eterno y pesado, hablando y hablando hasta que te deja frito. Es como dar la chapa, pero con ese toque de que te están cayendo balas de aburrimiento. Se usa mucho para quejarse del socio que no sabe parar ni para coger aire.
"Asere, el tipo ese se pegó toda la noche metiendo plomo con el gym y las proteínas, y nosotros queríamos era bailar y vacilar tranquilos."