Palabra bien tucumana y cariñosa para hablar del primo favorito, ese con el que haces más cagadas que mandados. Es el cómplice de todas las anécdotas turbias de la familia, el que siempre está listo para el quilombo y la risa. No es cualquier primo, es el mishitiri, casi hermano pero con más libertad para el descontrol.
"Che, hoy cae el mishitiri a casa, así que prepará las empanadas y escondé el fernet, que este chango viene con ganas de armar bardo hasta las tres de la mañana."