Dicho riojano para cuando montas algo a lo loco, sin plan ni orden, tirando de apaños y de lo que haya por casa, y aun así acaba saliendo un planazo. Vale para una fiesta, una comida improvisada o cualquier lío bien resuelto. Suena a caos, pero del bueno. Y eso tiene su encanto.
"Íbamos a hacer algo tranquilo y acabamos con música, tortilla y media cuadrilla en casa. Sin plan ninguno, pero montamos una redolada que flipas."