En Santa Cruz se dice cuando amanecés con una resaca criminal, de esas que te dejan hecho bolsa después de una farra bien pesada. Es como decir que tenés pena, pero con el extra de dolor de cabeza, sed y arrepentimiento. Suena exagerado, sí, pero cuando pega, pega de verdad.
"No jodás, amanecí con una pena con cuerichis que me tomé dos cafés y sigo viendo la luz como si fuera cuchillo."