Se usa en la Costa Atlántica colombiana para decir que calculas algo a ojo, sin medir ni pesar, confiando en la pura intuición. Muy típica en la cocina cuando echas ingredientes al tanteo y rezas para que quede sabroso. Es como decir que no seguiste la receta al pie de la letra, pero igual te luciste.
"Mija, pa' ese sancocho costeño píquele al ojo la yuca y el plátano, que aquí nadie anda pesando nada y eso siempre queda sabrosísimo."