Expresión para largarse de un sitio sin despedirse de nadie, normalmente de una fiesta, un bar o una quedada. Es como hacer un truco de magia cutre pero efectivo, un visto y no visto. Se usa mucho cuando no quieres dar explicaciones ni aguantar el mítico rato de despedidas eternas, que a veces dura más que la propia fiesta.
"Tía, yo a las tres me piro a la francesa del garito, que como empiece la ronda de despedidas no salimos de allí hasta las seis."