Se usa cuando la cosa se empieza a calentar y ya se ve venir la pelea, la discusión o el chisme bravo. Es como cuando todo el mundo está tranquilo y de repente alguien suelta un comentario venenoso y ¡pum!, empiezan a volar chispitas por todos lados. Es muy de cuando el ambiente se pone tenso y uno dice uy, aquí fue.
"Estábamos en la sala parchados, todo bien, y al tío se le ocurrió hablar de política. Ahí mismo la tía empezó a poner a volar chispitas y en dos minutos ya todo el mundo estaba alegando a los gritos."