Se usa cuando alguien se viene arriba y se pone chulito, como si fuera el más valiente del barrio. Suele pasar en discusiones o cuando hay público y la persona empieza a sacar pecho sin mucha razón. No siempre es agresivo, pero sí tiene ese punto de sobrado que hace que todos piensen que se ha flipado un poco.
"Estábamos hablando tranquis y de repente Manolo se puso flamenco, empezó a alzar la voz y a decir que él arreglaba todo a su manera, y al final ni sabía de qué iba el tema."