En Uruguay, pedir una porción de pizza es ir a lo seguro: el pedazo salvador que te baja la vida cuando estás con hambre de verdad. Suele caer en pizzería de barrio o al paso, y muchas veces viene con muzza bien cargada. Clásico total para cerrar la noche o revivir después del boliche.
"Salimos del boliche con un hambre asesina y caímos a la pizzería: dos porciones de pizza, una fainá y una Coca bien fría, y quedamos nuevos."