En Cantabria un porruño es el chapuzón torpe y aparatoso que te pegas cuando resbalas en el río, en la playa o donde sea con agua. Suena a caída épica con risas de fondo y algo de dignidad perdida. No es un baño elegante, es el batacazo acuático que tus colegas van a recordar todo el verano.
"Bajé al río todo chulo a cruzar por las piedras y pegué tal porruño que acabé empapado, sin chancla y con mis colegas descojonados en la orilla."