Se dice cuando alguien se mete a jugar de vivo, se complica solito y al final queda fatal, humillado o peor parado que antes. Vamos, que quiso hacerse el bacán y terminó dando pena. Es bien de calle para marcar que la jugada le salió al revés y quedó en ridículo delante de todos.
"El pata se fue de agrandado en la fiesta, invitando rondas y todo, y al final quedó como pie e' gato cuando le rebotó la tarjeta y tuvo que pedir prestado."