Se dice cuando algo quedó impecable, prolijo y con pinta de caro, aunque lo hayas hecho con dos mangos y mucha maña. Vale para un arreglo, una comida, un look o lo que sea que te salió redondo. Es un elogio bien directo, de esos que tirás y ya está, porque no hay mucho más que agregar.
"Bo, ¿vos pintaste el living? Te quedó de lujo, parece apartamento de Punta Carretas. Ahora falta el mate y estamos hechos."