Forma cariñosa para llamar a un amigo muy cercano, casi como de la familia, como si fuera de tu misma sangre. Se usa entre panas con mucha confianza para remarcar lealtad y cariño. Suena medio cursi si se lo dices a cualquiera, pero entre la gallada queda bien bacano y hasta da risa.
"Ey, sangrecita, caiga esta noche a la casa que armamos parche con música, dominó y lo que salga, pero no me vaya a quedar mal otra vez."
Expresión cariñosa para referirse a alguien cercano y querido, como un amigo de toda la vida o ese compadre que siempre está para ti en los buenos y malos momentos.
"Oye, sangrecita, ¿cuándo nos vamos a tomar unas chelas viendo el partido este domingo?"