Se usa cuando alguien se pasa de la raya, se va al carajo con lo que hace o dice y ya queda como demasiado. Puede ser porque se pasó con el alcohol, con un chiste pesado o con un pedido ridículamente grande. Es muy típica del habla argentina y suena bastante graciosa cuando no sos el que se zarpó.
"Boludo, Juan se zarpó, cayó al asado con dos fernet, tres vinos y encima se comió media parrilla él solo"