Se dice de alguien terco, duro de convencer, de esos que se plantan y no hay forma de moverlos. Viene del ñandubay, un árbol del Litoral con madera famosa por ser durísima, así que la comparación es clarita. Ideal para bardear con cariño a tu amigo cabezadura cuando se emperra con algo.
"Dejá, che, no le expliques más: el loco es ñandubay, se le mete una idea y no lo sacás ni con grúa."