Acto casi milagroso en el que dos o más personas logran coordinar horarios, rutas y destinos para que a alguien le quede de pasadita y puedan compartir aventón sin pelearse. Es como cuando el tráfico chilango conspira a tu favor por primera vez en el mes, y hasta te dan ganas de creer en la humanidad.
"Güey, se armó la sincroniesis bien loca, mi jefa iba pa’l mismo rumbo, me levantó en corto y hasta llegamos temprano al jale, ni parecía lunes en el periférico."