Se usa para decir que alguien o algo progresa, crece o se dispara rapidísimo, casi de un día para el otro. La imagen es bien criolla y medio asquerosa, pero graciosa: un pedo que sale volando de un surubí, ese pez grandote y rápido de los ríos del litoral. Ideal para hablar de fama repentina, precios que se van al carajo o negocios que explotan.
"Ese changuito que vendía chipa en la plaza subió como pedo de surubí, ahora tiene tres locales, delivery y hasta sale en la radio del pueblo"