En Santiago del Estero se usa para cuando alguien habla sin parar, rápido y medio atropellado, como si tuviera un tambor en la boca marcando ritmo todo el tiempo. No te deja meter ni una palabra y te marea con tanta charla. Es como tener una radio prendida al mango, pero versión humano, y a veces hace gracia verlo.

"Che, Juancito se sentó en la ronda y empezó a tamborear tanto que ni el loro de la abuela pudo meter bocado, parecía relator de partido en clásico santiagueño."

¿Te gusta nuestro diccionario?

Además de rebuscar expresiones cañoneras, también contamos chistesitos.

Échale un ojo, si no te ríes en 10 segundos, te hacemos un descuento.

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!