Se dice en plan sarcástico cuando alguien está colgado, distraído o en cualquiera, como si estuviera viajando en su cabeza y no registrara nada de lo que pasa alrededor. La imagen es absurda a propósito, porque un tren no vuela, y por eso pega justo para marcar que la persona está re perdida.
"Che, Juan, dejá de volar en tren y ponete las pilas, loco, que la profe ya repartió las hojas y vos seguís mirando al techo."