Ser un chango fiestero
Se dice de alguien que vive para la joda y siempre está listo para salir, aunque sea un martes cualquiera. Es el que se entera de dónde pinta el baile, cae con los cumpas y no se pierde ni un cumple, ni una previa, ni un after. En Santiago del Estero, chango es pibe, y fiestero ya te lo dice todo.
"Che, ¿otra vez te vas de joda? Si hoy es jueves, loco. Igual caé al cumple de Lucho, que el Tano seguro aparece, ese chango es re fiestero."
Sobrecito
Apodo medio cariñoso y medio en cargada para el que siempre tiene un truquito guardado y se las arregla para sacar ventaja. Es el típico vivo que cae con un contacto, una excusa o un atajo y zafa de todo. No siempre es mala leche, pero te deja pensando: este no paga una nunca.
"Mirá al sobrecito ese, cayó con el primo del patova y entró gratis al boliche otra vez, y nosotros acá clavados en la fila como giles."
Le falta un tornillo
Se dice de alguien que está medio chiflado o que hace cosas rarísimas, como si le faltara una pieza para funcionar bien. No siempre es insulto fuerte, muchas veces va en plan broma entre amigos cuando alguien se manda una de esas que te deja pensando. Y sí, a más de uno se le aflojan seguido.
"¿Lo viste al Juan queriendo enfriar el mate con el ventilador? No, chango, a ese le falta un tornillo y encima se cree inventor."
Estar de punta en blanco
Se dice cuando alguien va vestido impecable, arregladísimo, como para una fiesta o un casamiento, aunque el plan sea una pavada. Es ir bien peinado, con la ropa planchada y todo en su lugar, como si te estuvieran por sacar una foto. Suena medio en chiste, pero también puede ser elogio.
"¡Mirá ese chango! Camisa planchada, zapatos lustrados y hasta perfume, está de punta en blanco para ir a comprar yerba al almacén."
Estar frito
Se usa cuando alguien está en un lío enorme, sin salida y con todo en contra, como si ya estuviera condenado. Puede ser por un examen, una deuda, un quilombo familiar o cualquier situación donde ya no hay forma fácil de zafar. Es como decir que estás perdido, acabado o que ya te cocinaste solito, y la verdad es que suena bastante gracioso.
"Che, si mi vieja se entera que choqué el auto del viejo sin registro, estoy frito, me manda de una a desarmar chatarra al fondo de la casa"
chito
En Santiago del Estero se usa chito para hablar de algo o alguien muy chiquito, medio insignificante o que no impone nada, pero con tono cariñoso y de burla suave. Puede ser un niño travieso, un perro enano o cualquier cosa que parezca mínima. Es de esas palabras que suenan tiernas aunque te estén bajando el precio.
"Mirá ese changuito, todo chito con la remera del Boca grande como carpa, parece que se la robó al hermano mayor, che."
Estar oreja
Se dice cuando alguien está prestando muchísima atención a una conversación, con la oreja parada como antena. Puede ser porque es medio chusma y quiere enterarse de todo, o porque el tema le re interesa y no quiere que se le escape nada. Es muy de sobremesa familiar, mate de por medio y algún chisme dando vueltas.
"Cuando empezaron a hablar de la fiesta en lo de la Juana, me puse re oreja al lado del patio, haciéndome el boludo con el celular para no perderme ni un chisme del bardo que se armó."
tataflé
Se usa para decir que estás re podrido, cansado al mango o saturado de algo, como que ya no te da la cabeza ni las ganas. Puede ser por laburo, por calor, por gente densa o por todo junto. Es muy santiagueña y suena tan exagerada que hasta da risa cuando la tirás en medio del bardo.
"Che, entre el calorón, el jefe hincha pelotas y el bondi que nunca llega, ya estoy tataflé, loco, me rajo a tomar unos mates a la sombra y que el mundo explote."
Capo
Se le dice a alguien cuando la rompe en algo o se manda una genialidad. Es un elogio bien de Argentina, tipo “sos un crack”, “qué grande” o “qué genio”. En Santiago del Estero se usa igual, entre amigos, para celebrar una habilidad, una avivada o una ocurrencia que te deja aplaudiendo.
"Che, ¿arreglaste la moto con alambre y quedó joya? Nah, sos un capo, culiau, te sale todo."
Arrancarse
En Santiago del Estero se usa arrancarse para decir que alguien se va volando de un lugar, medio a las apuradas y sin muchas explicaciones. Es como rajar o disparar, pero con tonada santiagueña y cara de yo no fui. Suele pasar cuando la cosa se pone densa, incómoda o ya no pinta seguir aguantando el ambiente.
"Che, el Beto se arrancó antes que sirvan el asado, parece que vio llegar a la ex con el nuevo y salió disparando como santiagueño cuando ve la cuenta del boliche."
Estar en octubre
Se dice de alguien que está atrasadísimo, descolgado o que recién cae cuando el resto ya entendió todo. Vamos, que viene con el diario de ayer y encima pregunta qué pasó. Muy de charla entre amigos para cargarlo un poco sin mala leche. Ideal para el que llega tarde a todo y todavía se hace el sorprendido.
"Le explicamos el chisme tres veces y recién ahora pregunta quién es quién. Che, Pedro, estás en octubre, ya arrancó la juntada hace una hora."
Volar en tren
Se dice en plan sarcástico cuando alguien está colgado, distraído o en cualquiera, como si estuviera viajando en su cabeza y no registrara nada de lo que pasa alrededor. La imagen es absurda a propósito, porque un tren no vuela, y por eso pega justo para marcar que la persona está re perdida.
"Che, Juan, dejá de volar en tren y ponete las pilas, loco, que la profe ya repartió las hojas y vos seguís mirando al techo."
Ñañear
Verbo bien de chusmerío para cuando alguien se pone a dar vueltas, a hablar bajito o a murmurar, sin largar la posta ni ir al grano. Es ese runrún insistente que te taladra la cabeza y no te deja claro nada. Vamos, que en vez de contar lo que pasó, te lo estiran como chicle.
"Dejá de ñañear con lo de la fiesta, chango: si viste algo, largá la posta y listo, que me tenés con la intriga."
Crema del sol
Expresión santiagueña que se usa para hablar de la siesta cuando el sol pega tan fuerte que parece que te derrite como si fueras manteca. Es ese rato sagrado en que el calor te aplasta, baja la persiana mental y el cuerpo entra en pausa total. Y la verdad, con ese horno encima, la siesta se vuelve religión.
"Che loco, cerrá la puerta y apagá la tele, es hora de la crema del sol y si no duermo esta siesta mañana no me levanto ni con bombos y chacarera a todo lo que da"
Hecho un circo
Se dice cuando algo se vuelve un despelote total, lleno de ruido, quilombo y gente haciendo cada uno la suya. Es como comparar la situación con un circo bien caótico, pero sin leones ni carpa, solo lío por todos lados. Suena exagerado y gracioso, y la verdad es que muchas veces le pega justo a la realidad.
"Che, anoche vinieron los primos, los changos del barrio y hasta el vecino metido, y la casa quedó hecha un circo, parecía peña con payasos bailando chacarera en la cocina."
Acharanguado
En Santiago del Estero se dice que alguien está acharanguado cuando anda demasiado relajado, medio dejado, sin apuro por nada y con una pachorra tremenda. Puede ser alguien tirado a la bartola, sin ganas de laburar ni de moverse mucho. Es como vivir en modo siesta eterna, y la verdad es que un poco de envidia sí da.
"Che, nosotros corriendo para llegar al laburo y el Beto sigue acharanguado en la vereda, tomando tereré con los changos y mirando cómo pasa la vida."
Terrible al pedo
Se dice cuando alguien está al pedo mal, sin nada que hacer y encima con cero intención de moverse. Es como remarcar que está re al cuete, tirado, boludeando, mientras el resto está en la lucha. Muy de Santiago para bardear con cariño al vago de turno. Y sí, da bronca, pero es gracioso.
"Mirá al Juancho, terrible al pedo, echado en la sombra con la sandía, y nosotros acá transpirando como locos con el laburo."
Fiero como piquete de ojo
Expresión bien santiagueña para decir que alguien o algo es feísimo, tan desagradable a la vista que casi te duele mirarlo, como cuando te encajan un dedo en el ojo sin aviso. Se usa con humor, medio cruel pero cariñoso, para exagerar lo feo de una persona, un bicho, una prenda o lo que sea. Y hay que admitir que la comparación es bastante gráfica.
"Che, viste la remera que se compró el Beto, loco, fiero como piquete de ojo, parecía mantel de cantina vieja y encima salió carísima al pobre gil"
Changuita
En Santiago del Estero, una changuita es ese desayuno improvisado que te arma la abuela cuando la despensa está casi en cero, pero igual te deja pipón hasta el almuerzo. Puede ser mate cocido, torta frita, pan duro rescatado, lo que haya. Es comida de emergencia con amor, y la verdad es que suele estar más rica que un desayuno planeado.
"Me quedé sin guita y sin pan, pero la abuela ni se mosqueó y me clavó una changuita con mate cocido, torta frita y un pedazo de queso que tenía escondido, salí rodando a la facu de lo lleno que quedé"
Estar picante
Se dice cuando alguien anda acelerado, con la mecha corta o con ganas de armar bardo. Puede ser por nervios, por calentura, por estar manija o porque se vino arriba con algo. En Santiago del Estero también se usa en plan de joda para el que no para quieto y está re intenso.
"Che, aflojá un toque, Mario. Desde que arrancamos con el mate estás picante, no parás de dar vueltas a la plaza y ya querés hacer carrera con el perro."
Peña
En Santiago y en el norte argentino, una peña es una juntada folclórica con música en vivo o guitarreada, baile y comida. Vas a escuchar chacareras y zambas, ver gente zapateando y terminar aplaudiendo como si fueras jurado. Suele ser bien familiar, pero también se presta para la trasnoche y el vino.
"Caímos a la peña del Tito a picar empanadas y, entre bombo y guitarra, terminamos zapateando chacarera como si mañana no existiera."
Parquearse
En Santiago del Estero se dice parquearse cuando alguien se queda clavado, sin hacer nada útil, como auto estacionado que no arranca ni a palos. Es esa mezcla de colgarse, pajerear y mirar la vida pasar mientras el resto mete mano. Sirve para retar con cariño o con bronca, según el tono.
"Dale, chango, dejá de parquearte en la sombra con el mate y vení a dar una mano, que la obra no se hace sola y el capataz ya está bufando."
Tirar el león
Expresión bien santiagueña que se usa para decir que alguien se va a echar una siesta o a tirarse a descansar con toda la pachorra del mundo. Es ese momento sagrado después de comer en que el calor pega fuerte y el cuerpo pide frenar todo. Suena exagerado, pero la verdad es que dan ganas de adoptarla para la vida entera.
"Che, con este calorón y la panza llena de locro, yo me voy al rancho a tirar el león en la hamaca, que si no me duermo acá mismo en la mesa."
Andar a la mi lejos
Se dice cuando alguien anda distraído, colgado, como si estuviera en otro planeta. Es esa persona que está presente de cuerpo pero la cabeza la tiene a kilómetros, sin registrar nada de lo que pasa alrededor. En Santiago del Estero suena bien de casa, bien de barrio, y sirve para retar con cariño o con fastidio.
"Che, dejá de andar a la mi lejos y escuchame, loco, que te estoy contando lo del laburo y vos mirando el techo como si fuera Netflix."
Echarle limonada
Expresión santiagueña que se usa cuando alguien le pone onda, sabor o picante a una situación medio muerta. Es como agarrar algo re aburrido y meterle un toque ácido, fresco y bien festivo. Se aplica a juntadas, fiestas o cualquier plan que venía flojo. Y la verdad, cuando alguien le echa limonada, se agradece fuerte.
"Che, la juntada estaba más muerta que siesta de domingo, pero cayó Carlitos con la viola, se mandó una chacarera y le echó limonada a la noche, terminamos zapateando hasta las tres."
Vamos de máquina
Se usa cuando alguien sigue a full sin parar, como si fuera una máquina que no se cansa nunca. Puede ser laburando a lo loco, de joda toda la noche o bancándose mil cosas seguidas sin aflojar. Es como decir que estás encendido y no hay quien te frene, y la verdad suena bastante épico.
"Arrancamos con unas birras tranqui en la plaza y terminamos de máquina, bailando chamamé en lo de la Tere hasta que los gallos cantaron"
Tincu
En Santiago del Estero se dice tincu cuando alguien se empina tanto vino que se pone profundo, sentimental y medio filósofo barato. No es solo estar borracho, es ese punto en el que el vino te suelta la lengua y te creés poeta existencial. Dura poco, pero mientras tanto el tipo se siente sabio nivel gurú de barrio.
"Anoche el tío Pedro se clavó alto tincu con el vinito patero y terminó tirando frases sobre el sentido de la vida y su infancia en el monte, todos muertos de risa en la mesa."
Andar a la mona
Expresión bien santiagueña que se usa para decir que alguien anda hecho un desastre, medio en cualquiera, como si viviera de joda eterna o sin preocuparse mucho por su aspecto. Puede ser porque está siempre de fiesta, porque no se baña seguido o porque anda re colgado de la vida. Y hay que admitir que suena bastante graciosa.
"Che, mirá al Juampi, anda a la mona hace días, con la misma remera transpirada y cara de resaca eterna, parece que volvió del boliche hace cinco minutos."
Patear el diablo
Expresión bien santiagueña que se usa para decir que uno se va a jugar al billar o al pool cuando en realidad debería estar haciendo otra cosa más productiva, como laburar o estudiar. Tiene ese sabor de travesura vaga, de hacerse la rata con los amigos. Y hay que admitir que suena tan bien que dan ganas de usarla seguido.
"Eh chango, anoche en vez de quedarte a cuidar el kiosco con tu viejo te fuiste a patear el diablo al pool del barrio y volviste a las tres hecho bolsa."
Chango bonito
En Santiago del Estero, decirle a alguien chango bonito es tirarle un piropo bien norteño. Puede ser porque está fachero, porque tiene una figura que llama la atención o simplemente porque entra simpático por los ojos. Suena cariñoso, medio pícaro y bastante de confianza. Eso sí, mejor usarlo con gente que no se ofenda fácil.
"Eh chango bonito, con esa facha y ese bailecito medio duro igual levantás en el baile, las changas te siguen hasta cuando vas a comprar tortillas"
Changuito loco
En Santiago del Estero se le dice changuito loco a la persona inquieta, medio kamikaze, que siempre anda inventando planes raros y metiéndose en quilombos divertidos. Es ese amigo que nunca se queda quieto, vive haciendo pavadas peligrosas pero graciosas y siempre cae con una anécdota nueva. A veces agota, pero también le pone picante a la juntada.
"Juan es un changuito loco, cayó a la juntada en ojotas, con un parlante a todo volumen y diciendo que después de las empanadas nos íbamos todos a cazar ovnis al medio del monte"
Lográncio
Se le dice a la persona que, sin matarse laburando, igual consigue lo que quiere. No es que sea un genio, es más bien mañoso, caradura o con una suerte bárbara. Siempre cae parado y zafa cuando todos los demás se están hundiendo. Da bronca, sí, pero también hay que admitir que tiene su encanto.
"Che, el Juan aprobó otra vez sin abrir el cuaderno y encima se fue a jugar a la pelota. Ese chango es un lográncio, siempre zafa."
Guampudo
En Santiago del Estero se le dice guampudo al cornudo confirmado, al que ya no puede mirar para otro lado porque las pruebas le llueven por todos lados. No es solo chisme de barrio, es cuando ya hay videos, audios, capturas y hasta el perro del vecino se enteró. Es cruel, pero la gente lo usa con un humor bastante filoso.
"Che loco, al Juan ya no le digan más guampudo, pobre tipo, anoche en el asado hasta el tío le mostró los videos en el celu y el chango se quedó duro mirando las brasas."
Lazo llovido
Dicho santiagueño para decir que algo o alguien quedó hecho bolsa, arruinado o sin servir para nada después de un esfuerzo al pedo o de comerse una paliza. La imagen es clarita: un lazo tirado a la intemperie, mojado y podrido, que ya no ata ni una cabra. Bien gráfico y bien del monte.
"Me fui a jugar al fútbol con 40 grados y sin agua, volví lazo llovido, tirado en la cama y sin fuerzas ni pa' cebar un mate."
Subirse al monte
Se dice cuando alguien se está yendo de mambo, perdiendo la cordura o actuando como si se le hubiera zafado un tornillo. La idea es que la persona se aísla y se va al monte, lejos de todo, como si se desconectara de la realidad. Muy de decirlo en joda cuando alguien flashea fuerte.
"Che, Marcelo, dejá de discutir con la radio apagada, ¿qué te pasa? Te estás subiendo al monte y encima querés que te aplaudamos."
Azúcari
Apodo cariñoso para alguien que es un amor, súper dulce y tierno, de esos que te derriten con una sonrisa y te hablan con una suavidad que empalaga. Se usa en plan mimo, como decirle dulzura o bombón, pero con tonito bien de barrio. Si te dicen azúcari, te ganaste el corazón de alguien.
"Che, mirá quién llegó, el azúcari de la cuadra, trae facturas, saluda a todos y encima te pregunta si ya comiste."
negro
En Santiago del Estero, negro se usa como apodo cariñoso para llamar a alguien, sea amigo, pareja o conocido, sin que tenga que ver con el color de piel. Es un vocativo muy de confianza, tipo che o loco, pero más cercano. Ojo con el tono y el contexto, porque dicho mal puede sonar feo.
"Negro, dejá de dar vueltas y caé pa'l rancho, que ya prendimos el fuego y el asado está por salir."
Hacer rancho
En Santiago del Estero se dice cuando te quedás en casa o en lo de alguien sin plan fijo, tirado, charlando y dejando que el día pase. Es como estar en modo vago pero con cariño, a veces con mate de por medio y algo para picar. No es “no hacer nada”, es hacer nada con estilo.
"Che, hoy no salgo ni a palos: me quedo haciendo rancho, mate va, mate viene, y si pinta una siestita, mejor."