Se suelta cuando alguien está tragando como si no hubiera mañana, sobre todo en fiestas o comidas donde el mole es la estrella del show. Es una forma medio regañona pero con cariño de decir que ya le pare a la tragadera, porque si sigue así va a acabar empachado y medio inútil.
"Oye, ya bájale, compadre, te vas a cegar de mole, vas a acabar tirado en la hamaca sin poder ni abrocharte el pantalón."