Expresión muy del Cauca para hablar de alguien que ve todo chueco, medio torcido, pero siempre a su favor. Es como si tuviera la mirada dañada y solo alcanzara a ver lo que le conviene. Se usa para señalar a la gente ventajosa, mañosa y algo ilusa que cree que siempre va a salir ganando. Y la verdad, da risa pero también rabiecita.
"Parce, deje de tener el ojo cacorro, no todo el mundo está pensando en invitarlo a la rumba solo porque usted se cree la última Coca-Cola del desierto."