Se dice de alguien que, cuando toma alcohol, se pone pesado, agresivo o busca pelea. No es que el vino esté malo, es que a esa persona le cae para el orto y le saca lo peor. Se usa mucho para avisar o justificar el cambio de humor del que se pasa de copas y se pone insoportable.
"No lo invites a la previa, chango, que el Juan tiene mal vino y a la segunda ya se hace el picante y quiere armar bardo en la peña."