En Quintana Roo tortuguear es ir lentísimo, como tortuga en arena caliente, ya sea caminando, trabajando o hasta contestando mensajes. Es esa vibra de flojera sabrosa y ritmo caribeño donde nada urge y todo se hace con calma. A veces desespera, pero también tiene su encanto cuando uno anda en modo vacaciones eternas.
"Ya, compa, deja de tortuguear con las chelas y tráetelas a la mesa, que acá en la playa el sol pega duro y se calientan en chinga."