Se dice cuando alguien está tan clavado en una idea, chamba o negocio que ya no ve nada más, como si todo lo demás dejara de existir. Ignora consejos, señales de alerta y hasta la realidad misma. Es como ir con caballos en los ojos, bien terco, aunque a veces uno mismo ni se da cuenta y hasta le agarra cariño a su necedad.
"Ese compa trae visión de túnel con el negocio del coco, ya empeñó la moto, pidió prestado a medio barrio y ni ve que la playa está llena de puestos vendiendo lo mismo bien barato."