Se dice cuando alguien llega tardísimo y aparece justo al final, cuando ya no queda ni el eco. También vale para marcar que un plan ya se está apagando, tipo fiesta en modo recogida. Es como soltar un “ya pa’ qué” con sabor loretano. Útil para vacilar al que siempre llega a destiempo.
"Llegaste tutilara, causa: ya apagaron la música, están barriendo y el cumpleañero se fue a dormir. ¿Ahora sí te dio ganas de aparecer?"