En el Quindío se dice cuando alguien se desaparece del trabajo o de clase para armarse un puente sin avisar, normalmente pegando el viernes o el lunes al festivo. Vamos, que se hace el loco y se regala un fin de semana largo. Suena medio travieso y muy de plan improvisado.
"María se voló el puente dizque con gripa y terminó de rumba en Salento, trasnochada y feliz, hasta el martes."