Se dice cuando te quieres esfumar de un lugar porque te dio pena, te cacharon en algo o la situación se puso rarísima. Es como decir me hago humo, me desaparezco, pero con saborcito local y medio dramático. Ideal para fiestas incómodas, reuniones familiares eternas o cuando aparece alguien que no querías ver.
"En cuanto mi tía empezó con el interrogatorio de ¿y la novia?, yo nomás sonreí, agarré mi refresco y me quise volverme mojo de guayaba pa’ pelarme sin que nadie me viera."